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RESEÑA: EL VIAJERO INMÓVIL de WALTER SALAZAR PÉREZ.
Profesor Aldo Livia Reyes

Hace unas semanas llegó a mis manos por gentileza del grupo editorial Gato Viejo, un ejemplar del libro El viajero inmóvil (2024) del escritor Walter Salazar Pérez. Escritor y articulista jaujino que tiene una trayectoria en la prensa y la incansable actividad de la escritura de artículos y reseñas literarias. También, escritor de ensayos de carácter político y cultural. Ante este tipo de escritor, que ha sido elogiado por su prosa por Edgardo Rivera Martínez y el crítico y poeta Ricardo González Vigil solo me queda hacer un humilde atisbo a partir de las impresiones de este libro que reúne más de 60 reseñas de libros de filosofía, poesía, novelas, cuentos e investigación.

¿EXISTE EL VIAJERO INMOVIL?

De esta forma, permítanme comenzar con una frase que encapsula la esencia del viaje que nos propone este libro y su autor en el prólogo:
Los prominentes lectores del pasado ya han tenido la originalidad de asociar el acto de leer con una forma de desplazamiento en el espacio sino también otras dimensiones del movimiento de la persona. Es decir, leer sería no solamente viajar de la manera tradicional, pues incluiría igualmente el recorrido temporal, mental, histórico, psicológico, espiritual, por comarcas desconocidas, todas ellas motivadas, suscitadas, por las descripciones, comentarios e ideas que surgen de las páginas de los libros, insuflando en el ánimo del lector emociones y sentimientos de todo tipo, reacciones diversas por las novedades halladas.

En el prólogo del libro, el autor propone justificar el título haciendo una reflexión sobre como el acto de leer es fundamental en la formación de los lectores, ya que va más allá de la decodificación de símbolos; se trata de un proceso de construcción de sentido y significación. La descripción vista anteriormente, se centra más en el texto literario y como este en permite a los lectores explorar realidades alternativas, empatizar con diversas experiencias humanas y, en consecuencia, desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo. Lev Vygotsky, por ejemplo, plantea que la lectura es una actividad socialmente mediada que permite a los individuos internalizar y transformar sus experiencias. Asimismo, autores como Daniel Cassany destacan que la lectura es un proceso interactivo en el que el lector “negocia” el significado del texto, lo cual es esencial para el desarrollo de la competencia lectora. Quisiera detenerme en enfatizar el término «negociación» ya que resulta que al leer se crea un proceso interactivo mediante el cual el lector construye el significado del texto. Esto implica que el lector no es un receptor pasivo, sino que participa activamente al interpretar, cuestionar y dar sentido a lo que lee.

El contenido de “El Viajero inmóvil”, por lo tanto, es el resultado apasionante de un diálogo entre el texto y el lector, donde este último aporta su conocimiento previo, sus experiencias, y su contexto para interpretar el mensaje de manera personal y única. Esto último señala muy bien el contenido del libro porque se puede considerar que se centra en la reseña; sin embargo, no resulta ser estructurada de forma tradicional y con una prosa monótona y somnoliente. Por el contrario, es ágil y contiene comentarios precisos junto a apreciaciones que no llegan a relatarnos todo el texto; solo nos deja la curiosidad de abordar la lectura de estos. También, en algunos comentarios aparece una voz que nos invita a volver a reconciliarnos con libros que hemos hallado inaccesibles y que ahora a través de algunas pistas nos permite crear esta reconciliación con estos autores que tal vez hallamos vetado por ingenuidad o porque “aún no eras el momento”, parafraseando al autor.

Esta «negociación» que evidencia el libro de Walter Salazar Pérez resulta también ser, un ejemplo para los lectores, e incluso futuros escritores. Me refiero al ejercicio de la lectura como hábito constante. Daniel Cassany, señala: «Escribir es un proceso social y cultural que implica aprender de otros». De esta forma, la lectura de una amplia variedad de obras permite al escritor «absorber técnicas, estilos, estructuras y formas de expresión que enriquecen su propia voz narrativa». Considero que esto último es lo que también podemos apreciar en la prosa del autor; pero no solo eso también hablamos del estilo. Lev Vygotsky también resalta que «la lectura no solo amplía el conocimiento, sino que también desarrolla el pensamiento crítico y la capacidad de comprender diferentes perspectivas» (Vygotsky, 1978). En este sentido, las reseñas que se presentan en este libro ofrecen un vasto repertorio de experiencias humanas que son nutridas y ampliadas por la visión del escritor. Incluso me atrevería a crear una hipótesis acerca del libro Y es que este podría verse también como un diario. Dónde el narrador va escribiendo está reseñas a modo de notas qué van a colocarse en botellas en el mar y que se espera en el futuro alguien las recoja e inicie otro pacto de negociación con una mirada diferente, pero enriquezca más la lectura anterior.

BUSCANDO EN EL EQUIPAJE DEL VIAJERO

Hecho este análisis general me gustaría compartir una valoración crítica que pretende abrir un espacio de diálogo y reflexión sobre los múltiples significados y alcances de este libro en relación a tres partes: UNA PROPUESTA ESTRUCTURAL DE ESTE LIBRO; LA EVOLUCIÓN DEL YO NARRATIVO; Y UNA APRECIACIÓN SOBRE LOS TEMAS MÁS COMUNES EN ÉL.
LOS MEJORES PENSAMIENTOS SE HACEN MIENTRAS SE CAMINA.

Cómo lo inesperado puede ser parte fundamental del libro en su composición. De la misma forma como las decisiones que creemos evitar nos conducen hacia aprendizajes y experiencias que no planeamos el autor propone un viaje abierto a las sorpresas y los giros del día a día, donde reside la verdadera esencia del lector asiduo y experimentado que se orienta por la brújula de la curiosidad. Citando a Haruki Murakami cuando habla acerca del oficio de ser escritor: “A pesar de que resulta fácil subir al ring, no lo es tanto permanecer en él durante mucho tiempo. Eso es algo que los escritores lo saben bien. Escribir una o dos novelas buenas no es tan difícil, pero escribir novelas durante mucho tiempo, vivir de ello, sobrevivir como escritor, es extremadamente difícil. Me atrevo a decir que casi resulta imposible para una persona normal. No sé cómo explicarlo de forma precisa, pero para lograrlo hace falta algo especial (…)”

He citado a Murakami porque considero que la descripción anterior es similar al ejercicio que Salazar hace en El viajero inmóvil. Lo primero que pone en evidencia es este ejercicio de continuidad como lector. Este libro que contiene principalmente reseñas; reflexiones; apreciaciones e incluso me atrevería a decir artículos breves inician en el año 2016 y concluyen hasta julio del 2024. Por otro lado, es importante mencionar proceso de redacción de una reseña parte también del ejercicio constante de la lectura. Para este es una lectura que él mismo va escalando incluso hay reseñas donde el propio autor señala que no ha estado lo suficientemente preparado y ha tenido que posponer la lectura de ciertos textos Cómo es el caso de La condición humana de André Malraux dónde confiesa que en su primera lectura no llegó ni al primer capítulo. Esto evidencia de que el yo narrativo es solidario con los conflictos que puede poseer cualquier lector frente a un texto. Tal vez, uno de los más comunes será el de retroceder en la lectura por la complejidad de la trama, el lenguaje o aspectos lexicales qué resulta convertir una lectura placentera en una pesadilla. Sin embargo, la continuidad no se rompe porque es parte de la naturaleza del lector dejar en reposo un texto para seguir la escalada con otros. Si es cierto en la cita anterior, Murakami habla del escritor vamos a hallar que el proceso de la lectura también resulta ser el mismo ya que pocos quedan en el ring.

Por otro lado, debo decir que la lectura de las reseñas me ha resultado placentera por su prosa y sencillez y a su vez retador si regreso a la organización del texto. Una palabra podría resumir este segundo aspecto definitivamente sería: imprevisible. Esto se demuestra porque en la primera página al deleitarse con la prosa poética de Rubén Darío y su obra más conocida: “Azul” uno termina reconociendo el impacto de Darío en las futuras generaciones de escritores latinoamericanos. Incluso el estilo resulta ser, hasta cierto punto, mimetizado en la prosa del narrador. Esta atmósfera se ve interrumpida en la siguiente página. Ahora el lector se encuentra recluido en Ámsterdam junto con la pequeña Ana Frank viviendo la pesadilla de poder ser descubierto por la Gestapo mientras la familia de la niña contiene el aliento. Esta composición del libro me resulta retadora como lector en el sentido en que los lectores usualmente construimos nuestras preferencias a partir de ciertos episodios que también vamos hilvanando en función a nuestros gustos o si queremos llamarle creamos etapas que resultan ser influenciadas muchas veces por un estado anímico o por algún tipo de conflicto que tenemos con nosotros mismos y que la literatura te resulta reconfortar de alguna manera. Era lógico esperar un libro estructurado por diversos criterios de organización como géneros o temas comunes. Gran error: El viajero inmovil hace paradas sorpresivas en campos de guerra; los campos verdes del jardín de la familia Bennet; o el teatro mexicano donde García Márquez miró el piso después que Llosa le coloreara el ojo izquierdo. En el El viajero inmóvil las etapas resultan ser difuminadas ya que estamos hablando de un lector como Walter Salazar que no tiene miedo la confrontación de diversos géneros desde la poesía, la novela, artículos periodísticos, novelas históricas y ensayos filosóficos.

LA METAMORFOSIS DEL LECTOR: CADA PÁGINA ESCRITA TAMBIÉN NOS REESCRIBE

Otro aspecto que me interesa abordar de forma breve es el proceso de la lectura y su relación directa con la escritura. Escribir y leer resultan ser dos caras de la misma moneda Y es que no nosotros podemos tener una excelente velocidad lectora y podemos leer muchísimos libros al año, pero no necesariamente esto garantiza que nuestra capacidad de reflexión acerca del contenido del libro se interioriza en nosotros y se incorporen en nuestra forma de actuar sino recurrimos a la escritura como un acto complementario donde desarrollamos un aspecto que estamos perdiendo: La capacidad de escucharnos a través del silencio. Si lo vemos desde otro punto de vista la lectura y la escritura pueden ser sanadoras y terapéuticas TANTO PARA EL LECTOR COMO PARA EL ESCRITOR. Este ejercicio es el que también podemos apreciar en el libro. Ya que nos sirve como ejemplo de como a través de la reseña se puede evidenciar entre las líneas una opinión que muestra la cultura; identidad y personalidad del autor.

Generosamente, el libro ofrece más de 60 reseñas incluso podría atreverme a decir que hay artículos de opinión encapsulados y hace que el lector se interese a través de su prosa o incluso, como he comentado antes, que permita ubicar ciertas piezas en el tablero como un norte para orientar al lector sobre el contenido del texto. Esto no quiere decir que Salazar impone su punto de vista; por el contrario, en muchas partes vamos a encontrar que el autor deja preguntas abiertas para que sus lectores lleguen a crear un juicio sobre situaciones diversas en las que la sociedad actúa actualmente y se reflejan en las novelas que él va leyendo.

Con lo mencionado anteriormente, vamos como un efecto una evolución del yo narrativo en este libro. Hallaremos una voz más entusiasta y emocionada al confesar, por ejemplo, que leía a Werther de muy joven donde hallamos la confesión de plagio en el estilo tal vez para dedicar versos a alguna joven jaujina a través de la epístola. También, lo vamos a ver en un tono muy preocupado y reflexivo por nuestro destino. Me atrevo, incluso, a precisar la página 101 donde se muestra una preocupación auténtica y humana a través de la novela de Julio Verne: Cien mil leguas de viaje submarino y como construye esta metáfora profunda sobre la libertad y como nos fue quitada cuándo en marzo del 2020 el gobierno del Perú declaró el estado de emergencia debido al covid-19. Vemos un narrador que construye puntos de reflexión sobre el capitán Nemo el cual es un hombre que está decidido aislarse de la sociedad y ha construido al Nautilus con ese fin. Por otro lado, vemos a los náufragos que son rescatados por Nemo pero que van a tener que ser arrastrados este mismo destino. Este paralelismo sobre el aislamiento social y el dilema de sus personajes resulta ser desgarrador en la prosa del Walter Salazar. Sin exagerar, encontramos a un narrador que se solidariza con nuestros sentimientos y nuestro destino. Si traemos como recuerdo el triste episodio sanitario del COVID-19 muchos de nosotros no sabíamos realmente cuándo podríamos salir de nuestras casas e incluso si esa forma de vivir era la que nos iba a condenar para siempre. Tenemos un derrotero de esperanza al final y en muchas partes de las reseñas donde hay una gran esperanza apoyada en nuestra naturaleza misericordiosa, cálida y solidaria. En otra parte del libro mencionará que la poesía es tal vez, un buen amigo en tiempos oscuros y tristes. Esto lo menciona en su reseña: Las grandes compañías Y cita a Borges unos poetas chinos del siglo VIII.

También vamos a hallar un narrador más telúrico donde menciona constamente a Jauja y vamos a encontrar alrededor de 5 reseñas que se centra desde la descripción de la geografía jaujina, su organización e historia. Hasta escritores Cómo Edgardo Rivera Martínez donde el mismo autor va a confesar qué llegó a escribirle en algún momento para que esté pueda leer sus primeros escritos de una novela que él deseaba publicar. El fin de esta de esta historia resulta triste y conmovedora y se evidencia en la frase: “Su muerte me dolió de una manera especial como la de un tío que ha dejado un vacío insondable en la casa del alma”.

Tampoco podemos negar que la escritura no solamente revela nuestro estado anímico sino también nuestra cultura y nuestra forma de pensar y Aquí vamos a encontrar que el libro hace un constante llamado al Premio Nobel de literatura que es Mario Vargas llosa como narrador, dramaturgo e incluso articulista. Esto mismo sucede con Jorge Luis Borges qué vamos a verlo citado y reseñado muchas veces. Se analiza aspectos que salen de la casilla de narrador y vamos a ver a un Borges poeta el cual conmoverá a los lectores.

PENSAMIENTOS ENTRELAZADOS: UNA OBRA QUE ENCUENTRA UNIDAD EN SU DIVERSIDAD

En esta parte de mi comentario deseo detenerme a intentar construir una cartografía basado en los temas centrales que el autor va abordando de esta selección de los libros. Cuando hablamos de un libro de reseñas como el de Walter me imagino un gran rompecabezas como una metáfora donde el autor en cada texto nos deja entre líneas algo de sí desde su opinión sobre temas como el amor, la muerte, la soledad, el conocimiento propio de la historia y de nuestra historia como nación incluso pensamientos más elevados como es la filosofía.

Por ejemplo el tema de la presencia femenina en el libro es muy fuerte y aborda diversos personajes femeninos en las novelas desde Ana Frank y su valentía para sobrevivir en Ámsterdam como la madre de Pavel en la obra del auto ruso máximo Gorki dónde vamos a encontrar una evolución tremenda en los personajes femeninos. En la primera desde su maduración intelectual de que su destino iba a terminar en la fatalidad mientras que la segunda inicia en la sumisión hasta terminar en reconocer una conciencia social de lo que debe hacer. También hay un análisis histórico a partir de la lectura de María Rostworowski y Francisca Pizarro dónde vamos a encontrar a una Francisca que tiene un gran conflicto de identidad ya que pertenece a la primera generación de mestizos y podemos observar el sentido y destino trágico de las mujeres en esta época. Y por supuesto dentro de esta exploración femenina vamos enviar a la novela Orgullo y prejuicio de Jane Austen la enmarca muy bien está de personaje femenino y los dilemas de amor del personaje de Elizabeth.

Y a el tema de la mujer otro que se disgrega es también el del amor y lo vemos claramente en la reseña titulada “La diosa coronada” que se centra en esta novela de Gabriel García Márquez llamada el amor en los tiempos de cólera y vamos a ver como el amor tiene un ritmo tiene un tiempo imprevisible. Esta tiene una relación muy cercana con la es la de Miguel Gutiérrez en su novela: El mundo sin Xóchitl que aparece también en este libro y vemos claramente el sufrimiento del hombre cuando su ser amado no está. Por supuesto, explora a Frank Kafka desde una perspectiva más humana en el libro epistolar titulado “Cartas a Milena”. Se narra una relación netamente profesional amical que luego se transforma en una relación amorosa a distancia.
Hallamos en este libro algunos hechos anecdóticos son trasladados por ejemplo por Jaime Bayly en su libro “Los genios” dónde el autor se apoya en la narrativa de Bayly y para dar una explicación sobre cuáles fueron las causas de porqué Mario Vargas llosa termina golpeando a Gabriel García Márquez en un teatro mexicano.

Otro tema que es muy recurrente dentro de este libro es la filosofía. Nietzsche definitivamente es un autor preferido y está citado directa o indirectamente en muchas partes del libro. También está el pensamiento de José Carlos Mariátegui y otros pensadores más contemporáneos Cómo es el caso de del propio Mario Vargas llosa o Yuval Noah Harari conocido por su betseller titulado: Sapiens.

Por un tema que resulta ser recurrente viene a ser la poesía. Por ejemplo, vemos la poesía de Rubén Darío donde el autor se centra en la parte estética y la estilística incluso nos puede hablar de la influencia del autor las generaciones posteriores. También, podemos ver la poesía más contemporánea relacionada con la desaparecida María Emilia Cornejo y su poemario: Soy la muchacha mala de la historia. Vemos a Cornejo como una precursora del feminismo y con un marcado erotismo dentro de sus poesías. Jorge Luis Borges es citado con algunos de sus poemas como “El oro de los tigres”. Una selección donde un eje en común puede ser la fatalidad pero descrita de una forma tan profunda que hace que los lectores puedan alejarse de ese miedo y puedan abrazar este tema de una forma más cercana. Por ejemplo, Borges en el oro de Los Tigres hace una relación con el color amarillo que es uno de los colores que más recuerda cuando su padre lo lleva al zoológico y distinguir el color de los tigres y también es el último color que puede reconocer antes de perder la vista ya que como todos sabemos este escritor se queda ciego.
En resumen, El Viajero Inmóvil se perfila como una invitación a redescubrir la lectura como un acto de transformación profunda, un viaje que no solo cruza fronteras imaginarias, sino que también redefine los límites de nuestra experiencia vital. Los invito, pues, a sumergirse en sus páginas con la curiosidad del viajero que se aventura hacia lo desconocido, sabiendo que, al final de este recorrido, algo habrá cambiado dentro de cada uno de nosotros.

Hay que comprender que el alter ego que aparece en este libro es un lector muy asiduo incluso en muchas partes de sus reseñas confiesa tener una humilde biblioteca qué más adelante se irá transformando. El autor más allá de enterarse del contenido de un texto nos invita a actuar y repensar en algo que socialmente necesitamos mucho: la reflexión y mirar siempre más allá del árbol para ver el boque. El hecho de correlacionar historias que han podido suceder hace más de 100 años o incluso desde el origen de nuestra especie cuando cita a Yuval Harari y que Salazar trae a nuestro escenario actual y permite una reflexión, valoración y discusión de temas que como sociedad adolescente todavía necesitamos poner en la mesa.
Al mencionar que el libro es retador no quisiera desanimar a la audiencia haciendo una idea de que el libro tiene un lenguaje difícil o que tal vez solamente está dirigido a lectores avanzados. Esto sería una mentira. Por el contrario, el libro de Salazar me resulta ser muy atrayente casualmente por el lenguaje que utiliza es un lenguaje sencillo que consideró que es parte de la labor de un docente Y esto es convertir lo difícil en algo fácil. Salazar se convierte en una especie de Virgilio que puede acompañar y aconsejar a diferentes lectores noveles sobre unos aspectos de la novela sin llegar abordar totalmente el contenido de la obra y que se centra solo en hechos puntuales.

Aldo Livia Reyes 28/01/2025

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