Información adicional
Dimensiones | 14.5 × 21 cm |
---|---|
Año de publicación | 2024 |
Autor | Leonardo Martínez |
Páginas | 222 |
Dimensiones | 14.5 × 21 cm |
---|---|
Año de publicación | 2024 |
Autor | Leonardo Martínez |
Páginas | 222 |
Alain, quien cursa el primer año universitario en la ciudad de Arequipa, se verá sometido a una ceguera voluntaria ante el desarrollo de un romance digital en medio de una sociedad conservadora. El maremoto de mensajes virtuales que Alain sostiene con Daniel, permitirá descubrir tanto el miedo como la ilusión, sentimientos derivados de una relación mística, tenebrosa y quizás mortal. “El colector de Orgasmos” es una autoficción que se encarga de revelar lo peligroso que pueden ser las redes sociales y la vulnerabilidad que uno puede experimentar en perfecta soledad, tal vez como consecuencia de dejarse llevar, y ¿por qué no? del amor.
Rendición es una muestra poética a dos voces, que reflejan el dolor de la despedida fortuita, el despegue del romance que no avisó y declinó todas las apuestas, el futuro, las nubes y el neón. Rendición busca proponer una despedida poética para avanzar en la vida, en los amaneceres en solitario, en todas las calles donde se dejó una mina antipoeta.
Escuela o cárcel; es la historia de un profesor de escuela primaria que también trabaja como agente penitenciario en un penal de máxima seguridad. Por esa privilegiada experiencia asume una misión; encontrar el momento exacto en que las personas divergen su camino al sufrimiento y llegan a perder su libertad. Esta obra está dirigida a padres y maestros que tienen la responsabilidad de despertar en los niños la voluntad para utilizar sus habilidades en bien de la humanidad.
La venganza y El Xinxe (Chinche) son relatos que tienen en común el aula de clases, los problemas a los que se enfrentan los adolescentes y la resiliencia de sus personajes para no dejarse vencer.
Bambán, luego de seguir con la mirada el escupitajo para asegurarse que no le cayera sobre los pies, pasó por alto una mentada de madre como nunca sin tumbarle los dientes, como lo había hecho antes con otros por mucho menos.
—Recuerda, Cabezón, que has sido, eres y serás mi punto, y no te parto la cara porque te has puesto las chilindrinas —le dijo y lo siguió con la mirada hasta que desapareció al doblar en la siguiente cuadra.
—Le están saliendo huevos a ese mitrón —reflexionó en voz alta.