Descripción
No obstante, es precisamente la lección de las partes finales del libro la que debemos rescatar, y que nos indica hoy que los sectores revolucionarios deben estar siempre del lado de los movimientos progresistas opuestos a las clases dominantes, siendo nuestro rol primordial fundamentar y enseñar una propuesta política que trascienda las luchas inmediatistas que, sin duda alguna, abundan en muchos de estos movimientos sociales. Para esta tarea el rol de la clase trabajadora sigue siendo central y no por ser mayoría, sino por su posición en el modo de producción: porque se encuentran en el corazón de la contradicción entre capital y trabajo, y por ende son directamente explotados, lo cual no niega que el sistema actual mantenga en la opresión a muchos más sectores “no proletarios”.
Escuela de Formación Política PRAXIS
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